Hoy os voy a hablar de mi mami, que casualmente ya he observado que la ocasión la pintan calva. Creo que las madres en general se merecen un punto y aparte.
La mía es maravillosa, qué voy a decir yo de ella, claro, que me ha traído al mundo y ha peleado por mí toda la vida ( y digo "ha peleado" y no digo "peleó" porque lo sigue haciendo) y ella me anima, me cuida, me da consejos y me apoya cuando la necesito ( que por otro lado es lo que se espera de una madre no? ). Cuando era yo pequeña se enfadaba mucho porque era la que más me sufría ... me educaba, me regañaba, me daba unos zapatillazos tremendos porque según ella me portaba muy mal. Me tenía absolutamente condicionada a la zapatilla. Yo era como Mafalda cuando le enseñaba la zapatilla su mamá y Mafaldita decía que sus padres usaban con los hijos los métodos audiovisuales. Pues yo lo mismo: ves ésto?- me decía mientras me enseñaba su zapatilla amenazante recién sacada de su pié derecho... y yo -que por la época veía muy bien- me hacía la remolona pero no me quedaba más remedio que ser obediente hasta la próxima sesión de teleteatro.
De preadolescente creía que la odiaba y no quería verla ni en pintura. Ella ahora me recuerda que yo le decía que deseaba ser hija de una vecina a la que quería mucho -y aún quiero- y al mismo tiempo no podía imaginar mi vida sin ella. Yo quería ser hija de la vecina porque tenía dos hijos a los que nunca regañaba, ni castigaba ni pegaba. Debe de ser por eso de que los hijos adoran a sus madres y las hijas a sus padres. Lo que debió de sufrir al oirme decir aquellas cosas ... Cuando me castigaba yo la amenazaba con decírselo a mi padre y por supuesto mi mamá se enfadaba mucho más...
De adolescente fué otro cantar, ya no había zapatilla porque milagrosamente se hizo muy amiga mía y me contaba "cosas de mayores" y yo mis confidencias hasta donde me parecía a mí que podía hacerlo... Se hizo amiga y madre postiza de mis amistades y yo me sentía orgullosa de que fuese mi madre ella y no otra...
...Y hoy la he visto en la prensa de la Villa, lo de ver es un decir... porque sé que es ella y le conozco su disfraz de hada ( de qué otra cosa podría disfrazarse una madre?, la mía de miles de cosas: de paquete, de bruja, de dama antigua, de troglodita, de payaso, de explorador, de caballero de mediados del siglo pasado, de madame... etc, etc ). He conseguido leerme el
artículo de la prensa entre medias de leer también múltiples correos electrónicos de esos que nos enviamos a micrófono cerrado, al mismo tiempo que les contestaba y escribía ésto. Soy mujer y puedo hacer varias cosas a la vez.
Ahora el recuerdo de nuestra relación de entonces es el espejo en el cual me miro a menudo porque hace mucho tiempo que me dí cuenta de que -para bien y para mal- soy una especie de clon de mi mamá.