Acabo de llegar. El tiempo justo de preparar este escrito y la foto que lo acompaña. Y estoy triste.
Cuando me levanté, llovía y venteaba considerablemente. Me cuestioné si salir o no, pero al final siempre lo intentamos, Fara y yo. En el momento de salir de casa no llovía exageradamente y decidí intentarlo hasta donde pudiera. La lluvia me daba de frente; subí el cuello del anorak hasta la nariz, me calé la capucha hasta los ojos y la ajusté bien a los lados. Sólo me quedaba un resquicio para poder ver donde pisaba. Eché a andar con la vista clavada en el suelo, sin ver otra cosa que las losas del Paseo.
Después de andar un rato, bien pasado el Acuario, decidimos dar la vuelta, porque el viento ya soplaba demasiado y casi no dejaba caminar. Ahora la lluvia daba de espaldas, con lo cual pude abrir un poco la capucha y el anorak y ver mucho mejor. Estaba llegando a casa cuando vi algo que antes me había pasado desapercibido. Se me sobrecogió el alma y me vino a la cabeza el sonido del helicóptero de hace unos días. Aguantándome las lágrimas, fui a casa a por la cámara -no sé por qué no la había traído, porque ya sabía que la iba a necesitar- y saqué esta foto para compartir con vosotros también la tristeza, así como otras veces comparto las alegrías.
Se me parte el alma sólo de pensar que una persona no haya encontrado en su vida nada lo suficientemente importante, valioso, positivo, ilusionante..., no sé llamadlo como queráis, como para seguir adelante. Y en cierto modo no puedo evitar el sentirme responsable por no haber podido hacer nada; no sé, a lo mejor escuchándolo un día e interesándome por sus cosas, como tantas veces te pasa con desconocidos a los que cuentas tu vida en dos segundos y no sabes por qué.
No sé cuál sería el caso en esta ocasión, pero no deja de ser una pérdida irreparable, porque cada ser humano es único y única su aportación a su entorno. Seguro que a las personas que han puesto ahí esas flores de desconsuelo les ha dejado un hueco que nunca podrán llenar mas que con tristeza. Un beso para todos ellos, verdaderas víctimas de esta tragedia.
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