Lo que decía: la diferencia entre lo viejo y lo antiguo la marca la línea de la conservación. En Roma todo se reataura. Los quinientos también. Concretamente en este taller del Trastévere, sólo quinientos. Y todo a mano.
Quería meteros aquí más fotos sobre restauración, pero esta vez ¡sólo me deja colgar una! Es muy melindroso el blog éste (y encima seguro que más de uno le dáis la razón, so arpías y arpíos). Pues no hay suerte, amigos: ahora que sé, os las meteré en artículo aparte hasta que me digáis ¡¡¡Baaaasta!!! (palabra, por cierto, que en italiano es menos fuerte que en español; la usan en el sentido de "así está bien" o "es suficiente". Así que si alguien al servirte te pregunta "basta?" no te está llamando tragón.
Por cierto, María: la foto es muy pequeña y a lo mejor no lo ves, pero hay un perrito mirándome, que salió disparado a olisquearme y lamerme. Su mecánico-dueño me dijo que sin duda yo tenía "cani", y le dije que no, pero que "io amo le cani" (creo que me entendió pese a todo) y que ellos lo saben. Ahora no aproveches esta coyuntura para decirme lo bien que me vendría un cane, la compañía que te hacen y la de gente que conoces... que te conozco (yo también).
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