O el Mecenas moderno. Éste fue elegido por la compañía al completo por dos motivos que son casi uno mismo. Primero: porque tras la remodelación de la Puerta del Sol hace muchos años, se hicieron retirar todos los anuncios que campaban sobre los tejados estropeando el hermoso perfil del centro más centro de todos los centros patrios. Pero, al igual que ocurrió años después con los toros de Osborne, hubo revuelta popular para que fuera conservado, porque el pueblo soberano ya le había cogido cariño. Así pues, éste anuncio fue indultado. Segundo: por la hipócrita persecución de las bebidas alcohólicas, que se reduce a que no puedan ser anunciadas en sitios públicos y a no vender alcohol después de las 10 de la noche (o algo parecido), convirtiendo así el hecho de beber en mucho más apetecible por ser medio clandestino.
Por ese doble desafío (involuntario, pero desafío), la compañía La Barraca lo ha elegido como patrocinador. Unilateralmente y sin acuerdo de las partes, porque en la ficción se "acuerda" lo que le da la gana a los "ficcionadores".
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