
Viniendo para mi pueblo había -hace años- una curva en la carretera, en la que yo tuve el único accidente de mi vida como conductora: un coche que venía a toda pastilla me dió por detrás al tener yo que frenar en esa curva por encontrarme otro coche frenado delante de mi. Creí que a esa curva le llamaban "de la nirvana" porque de ella se pasaba a mejor vida si no se superaba el trance del accidente ya que fue un punto negro de la carretera durante muchos años. Afortunadamente ahora hay allí una rotonda y desde hoy, también un parque precioso en una finca de 8.000 metros cuadrados para uso y disfrute de este pueblo, con unas vistas impresionantes a la bahía.
Bien, pues al parecer el nombre no le viene de donde yo creía sino de que allí había hace mucho tiempo un bosque al que arribaban por mar las gentes de La Coruña para pasar un día de campo, comer, hacer la siesta... y lo que se terciara con el pariente o la parienta, pues por lo visto el lugar se prestaba mucho para ello.Esto nos explicó hoy nuestro Alcalde al tiempo que muchos le recriminamos que no se recuperara la zona para su uso tradicional, que es lo propio en este pueblo.El nos apostó a que esta misma noche se le daría el uso del que hablábamos.
Al mismo tiempo se celebró un acto homenaje a María Mariño muy bonito, con recital de poesía, música de pandereteiras y con entrega de "folliña volandeira" y todo. Nos tomamos unos pinchitos en agradable compañía y nos volvimos para casa a preparar todo para largarnos mañana de furgoneteo unos días.
Abajo os muestro algunas fotos que tomé en el Parque de la Nirvana.
