Anoche hablamos mucho de carteles, de "fotos con leyenda", de las pocas ganas de ir a trabajar cuando se está en ciertos trabajos, de la capacidad redentora de la arquitectura...
Para que se me entienda lo que yo decía de cómo el edificio en el que trabajé dos años y medio me resultó más útil que una corte de psiquiatras, aquí va la imagen que vale más que mil palabras. Ésta sí.
La foto está tomada en el interior del susodicho bellísimo edificio, y es el certero resumen del espíritu que habitaba dentro de él.
Muchas veces al pasar por delante de este espídico lema recordaba una frase de "Rebelión a bordo": Es la siguiente: "Si la justicia y la dignidad no se encuentran en el corazón del capitán, nunca se encontrarán a bordo".
El domingo hay elecciones. Cada quien sabrá qué capitán elige.
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