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Madrileños de segunda con impuestos de primera
Los barrenderos no pasan por mi barrio. Si hablamos con propiedad hemos de decir que no pasan a limpiar (a otras cosas sí). Así que las alcantarillas son un tema de los vecinos (pido ya rebaja en los impuestos, porque resulta que me cobran lo mismito que a los vecinos de Serrano). Antes de la tormenta de hoy salí a limpiar unos diez metros de canaleta y la alcantarilla aquí presente. Como pude, porque esta alcantarilla no se puede levantar. Pero como la tormenta fue gorda, y la mierda acumulada es mucha, y la canaleta tiene varias docenas de metros más, y toda la suciedad que no está ya en ella viene a parar a ella por el efecto gravedad, oiga, pues este era el panorama de hoy. El habitual cuando llueve. O sea: el agua-mierda lamiendo las paredes de mi casa.
 La tormenta de agua cesó, y salí con una escoba a eliminar el agua de delante de la puerta. Mi vecina de enfrente colaboró en las "tareas de extinción", revolviendo con un palo bajo la alcantarilla. Yo colaboré con mi apero casero (un palo de recogedor al que acoplé un rastrillito de casi juguete). Entre ambas conseguimos adecentar un poco el panorama, y nos quedamos delante de su puerta (esta blanca que véis a la izquierda: la foto está hecha desde la puerta de mi casa), lamentándonos de lo mucho que el ayuntamiento pasa de nosotros, de que los barrenderos no barren, de que hace meses que ella misma y otros han solicitado una y otra vez sin éxito que arreglen el tema de los árboles que, como podéis ver, están levantando cimientos, y que al menos vengan a podar éste cuyas ramas se posan en su tejado atascando canalones y enredándose con las antenas... Alguien debió de oír un fragmento de las quejas, porque a los cinco minutos se desató otra tormenta, esta vez de viento, y... la antena de la vecina quedó "liberada" del árbol cabrón. Afortunadamente mi vecina y yo ya estábamos en nuestros respectivos salones. Porque esto es lo que pasó. Esto, y más, pero no puedo poneros toda la selva en que quedó convertida la calle.
Al ratito salió el sol, y yo celebré desde la ventana de mi cocina, con esta foto, que mi vecina ya no tuviera un árbol enredado en su antena, y que no pasara nadie por la calle en el minuto infernal. Por hoy nos salvamos.
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Publicado por Bubela el 5 de Agosto, 2007, 17:32
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