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13 de Agosto, 2007
Foto 225
Esta furgo pertenece a el Moro y a Paula, un cacho pan y una tia que no se corta ni con cristales. Tiene cocina camping gas, ducha portatil con placa solar, colchón de quita y pon donde dormir y, sobre todo, dispone de ganas de viajar, de playas donde aparcar al lado de otras furgonetas y predisposición de pasárselo bien conociendo a otra gente y otros lugares. Durante el mes de septiembre os la podréis encontrar en cualquier playa de la Costa de la Muerte.
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Publicado por Javincho el 13 de Agosto, 2007, 23:21
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Los deseos de una amiga..

Besos mil....
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Publicado por PiliB el 13 de Agosto, 2007, 18:03
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Lluvia de ESTRELLA
Ya sabéis que no suelo hablar de espectáculos y menos aún poner fotos de ellos (esto último es porque nunca las hago; me lo prohibe mi religión). Pero hoy hice dos excepciones. La foto fue tomada en el ultimísimo segundo, eso sí, tras el bis, y con la actriz ya de retirada definitiva, y ha salido un tanto extraña. Hecha con la cámara en alto (la gente estaba en pie) y a poca velocidad, milagro era que saliera algo. Un poco inquietante lo que salió, porque parece que hay dos caras. Y a lo mejor las había, porque la artista habló mucho de su madre y de su madrina a lo largo del concierto (también de su padre, a quien dedicó la primera canción), y a lo mejor el espíritu de alguna de ellas se coló en el cuerpo de la artista, porque lo que yo y otros cuantos cientos vimos esta noche fue algo sobrenatural. La madre murió joven. Quizá esa cara que parece la de una anciana sea de la madrina, que, según la artista contó, trataba de sacarla de sus depresiones y de sus problemas de autoestima (¡qué cosa tan subjetiva esto de la autoestima!) diciéndole que la solución en estos casos era redecorar el baño. La redecoración consistía en poner en él un gran espejo. Un espejo para recobrar la autoestima. Qué sabio consejo. Sin embargo esta artista debió mirarse poco en él, porque su vida, como la de su madre, ha sido atormentada. Y su autoestima, bastante escasa.
Así que yo esperaba encontrarme esta noche sobre el escenario los restos de un naufragio. Aún así valía la pena, pensaba, porque alguien que alguna vez demostró una fuerza arrolladora, seguro que tiene algo que comunicar. ¡Y qué maravillosa sorpresa! Esta noche mágica, la noche de la mayor lluvia de estrellas del año, yo, y esos otros cientos (unos privilegiados, sin ninguna duda) vimosa una lluvia de dos horas de una única estrella. No voy a hacer una crítica del espectáculo. Supongo que mañana habrá docenas por ahí publicadas. Sólo os cuento -y esta es la segunda excepción- que me sorprendí a mí misma llorando varias veces por el asombro de oír la impresionante voz de negra de esta mujer, por el asombro de ver el exacto control que tiene de lo que es el espectáculo, de lo que da y lo que recibe, de lo que cuenta y cómo, de la frescura insólita de sus 62 años. Pocas veces me pasó esto de decir: "esto es una estrella, y punto; ahora lo entiendo todo" (hay tantos que se creen o los creen estrellas y no pasan de parpadeantes luces navideñas...), pero alguna vez me ha pasado. Lo nuevo que se añadía hoy al grandioso espectáculo de ver un espectáculo grandioso sólo porque lo protagoniza una estrella, era el ver, además, en vivo y en directo y desde fila 3, a la mismísima Ave Fénix resurgiendo de sus cenizas, como si jamás hubiera habido fuego, ni cenizas. Sólo talento. Muchísimo talento.
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Publicado por Bubela el 13 de Agosto, 2007, 2:05
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