Por fin se acabaron las fiestas de este pueblo. Todas las noches la música hasta las tantas y yo sin dormir..., al día siguiente trabajo y yo sin costumbre ..., llego de trabajar y hay que bajar con la sobrina a disfrutar del jolgorio infantil y yo que ya perdí las mañas... En fin, que creo que en una semana más o menos empezará la vida normal... y no quiero! no quiero!.
Después de la miniquedada del último día, tras la cena in the Cathedral, me acosté a las tres de la mañana!: bajamos a la fiesta y a ver los fuegos artificiales que se tiraban desde el castillo ( aunque parecía que salían del agua ). Después comienza "la semana cultural" para los niños y niñas del pueblo, en la que participamos también los mayores. Esta semana tiene su fin tal día como ayer y se acabó con " A festa do doce", en la que todos los que queremos hacemos un postre que se acaba vendiendo para financiar la semana cultural del año próximo.Yo, este año no pude disfrutar de ella porque nos fuimos a Carballo a la presentación de un libro de un amigo, pero sí que les hice una tarta de manzana.

A mi lo que siempre me gustó más es " A toma do castelo", aunque cuando mis nenas eran pequeñas tenía más emoción porque no había pasarela y teníamos que atravesar en barcas. Una vez allí se hacen grupos de pequeños y mayores disfrazados o no

que tenemos que pasar por una serie de pruebas para alcanzar el premio final ( casi siempre es un roscón como los de Reyes), después merendamos todos juntos y vemos una peli. Este año se dedicaba la fiesta a los cuentos y proyectaron una versión chulísima de Caperucita.

Y también me llevé al mosquito croata que aprendió a bailar la muiñeira