Por fin me puedo poner frente a este trasto y contaros al menos dónde empezaron nuestras vacaciones: Polas Rías Baixas,

en esa fiesta a la que acudimos invitados todos los años y que cada día es más especial. En esta ocasión había que ir vestido tipo peli del oeste ( yo me abstuve). Montaron un casino,

cuya recaudación se fue para una ONG de la India (¿?), hubo magos amenizando la cena ( uno de ellos era una preciosidad ), prepararon unos cabritos al espeto

,

cortaron ibérico a raudales..., hubo actuaciones

en vivo y en directo: una de música country y otra como la de todos los años para bailotear... Yo me fui a dormir antes de que acabase la fiesta porque una ya no está para trotes... Poca gente, pero
escogida y también famosilla del entorno... El anfitrión reunió a sus amigos de toda la vida y estoy segura de que fue una de las noches más felices del año para él... y para todos sus invitados y... la noche llegó tras un atardecr precioso, presidida por una hermosa luna...

