Pues sí amigüitos, no todo iban a ser glorias ( nunca peor ): autopista de Francia a pocos kilómetros de Arles. Ruido extraño. Le digo al culito respingón que debe haber un avión cerquísima despegando... inmediatamente se me enciende una bombillita y miro por el retrovisor. Rueda pinchada. Qué digo? pinchadisísima.

Afortunadamente hay un metido en la autopista y allí paramos. El culito que se niega a cambiar la rueda que para eso paga al seguro. Llamada al seguro. Más de veinte minutos de espera al teléfono para que nos acaben diciendo que tururú ( paga pa ésto ). Cabreo monumental mientras bajan todos los santos del cielo. Agarro las instrucciones y al suelo con ellas al mismo tiempo que miro por dónde voy a colocar el gato.

Yo arrodillada como si estuviera orando sobre el Corán en medio de sabe dios dónde con un sol de justicia sobre la cabeza. Mediodía. Aquí no pasa nada, relajo a mi contiguo ( es mi sino ) y yo me muerdo las uñas de los pies imaginariamente. Intentamos lo de la rueda pero senepapossible.Bombillita que se me enciende nuevamente: llamada a urgencias internacional. Me atienden en Francés ( lo se porque una está muy viajada, namás ).Explico lo que pasa con intérprete de por medio. Al cabo de casi una hora llega emergencias de la autopista ( qué alivio! ) que en francés -sin intérprete- intenta sacar la rueda pinchada de su sitio y que senepapossible otra vez.

Ponervos en situación: mujer que llama al 112 (urgencias internacional) porque pinchó. "Seguro que es una tontería y el de la autopista le echa una mano..." En fin, que si quieres arroz catalina, la rueda impertérrita ante los golpes, patadas, esfuerzos vanos... etc... y eso que mi culito respingón, no es por nada, pero fuerza, fuerza... fuerza sí que tiene ( años de vida de gimnasio y deporte ).
A todo esto yo muerta de sed y corriendo detrás de los triángulos que volaban cada vez que pasaba un camión.Lo primero que le digo al de la autopista es que si tiene agua porque con el gato puesto y mi peso... ( a ver el chistecillo ) no era muy recomendable ir adentro de la furgo...

Total: que nuestro francés llamó a un mecánico que tras horas de espera también lo intentó por los medios habituales, pero que finalmente tuvo que meterse debajo del coche y con una palanca y un montón de golpetazos logró sacar la rueda pinchada de su sitio para poner la de repuesto... Continuará... o no, ya veremos...

