
Ésta es la ballena culpable de tus desvelos. Es ésta, y no mi pobre hermanito, la emisora de los atronadores ronquidos que ni te dejaron dormir ni inspirarte para nada de nada (al parecer). Porque esta ballena es la mascota de la mismísima Suseñora y durmió en la habitación contigua a la tuya.
Has culpado a tu amigo del alma sin haber creado una comisión de investigación ni nada de nada, a la ligera, como si fueses un tertuliano televisivo.
El daño que le habrás hecho a esa alma sensible... Espero que le pidas perdón y que él sepa perdonarte. Así sea.