Creo que un día de estos habría que empezar con la guerra entre las fachadas que se rehabilitan fingiendo ser antiguas a golpe de decreto, y la ausencia absoluta de decreto para impedir que las afeen los aparatos de aire acondicionado. Que sistemas para ponerlo, y no reventar la armonía, haberlos haylos.
O mejor no. Da mucha pereza ver feísmo en serie.
Sobre las bombonas de butano en los balcones ya hablamos en otra ocasión. No vamos a insistir...
|