Para acallar rumores sobre las perversas inclinaciones del cura del artículo anterior (me refiero al comentario de Joso, que cree que el pater se inclina para coger una moneda de diez céntimos en lugar de para recoger lindas florecillas) aquí va el documento tapabocas. El desenlace. Eran florecillas, y eran para esto.
¡Ay, hombres de poca fe!
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