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14 de Enero, 2008
No me lo puedo de creé
A que no sabeis una cosa? que ya no tengo un cable kilométrico atravesándome el salón para conectarme a Internet. A que no sabeis otra cosa? que timofónica me cobró unos 40 eurillos de nada sólo porque el técnico viniese hasta aquí ... ya le pregunté yo si venía de Asturias o de más lejos aún. Menos mal que el susodicho era un encanto, me gustaría de yerno, mira tú: Listo, guapo, servicial... majete, majete, majete. Menos mal que timofónica tiene algo bueno alguna vez.
Buena noticia para el boss: sirve una tarjeta inalámbrica que no sea de timofónica ( encima se contradicen ellos solitos y nos vuelven loquitos). Creo que ya no me voy a tener que pasar ni a las señales de humo ni a la tanza y el carrete.
Aparte: me alegro de que los virus se hayan largado por fin de este blog. Pilita, yo ya estoy curada y ya veo que tú también. Maribube que cuide su garganta, que un pajarillo sin trino ni es pajarillo ni es ná. Y muchas felicidades para la Bubeliña pequena, que como estuve inhabilitada no pude ni felicitarla.
Y a Suseñora... En fin, de vértigo. Esa chica vale un potosí.
Besitos pertutti.
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Publicado por Caqués el 14 de Enero, 2008, 23:43
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¿Dónde estamos?
Publicado por María el 14 de Enero, 2008, 21:13
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Próxima Ofi Provisional
Pues eso, que como salí vencedora de mi ataque de virus varios, mañana me sacan de paseo.Hay sitios donde a las cuibajas y paticortas nos es dificil entrar
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Publicado por PiliB el 14 de Enero, 2008, 20:43
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Para que yo me llame Ángel González
Para que yo me llame Ángel González, para que mi ser pese sobre el suelo, fue necesario un ancho espacio y un largo tiempo: hombres de todo el mar y toda tierra, fértiles vientres de mujer, y cuerpos y más cuerpos, fundiéndose incesantes en otro cuerpo nuevo. Solsticios y equinoccios alumbraron con su cambiante luz, su vario cielo, el viaje milenario de mi carne trepando por los siglos y los huesos. De su pasaje lento y doloroso de su huida hasta el fin, sobreviviendo naufragios, aferrándose al último suspiro de los muertos, yo no soy más que el resultado, el fruto, lo que queda, podrido, entre los restos; esto que veis aquí, tan sólo esto:
un escombro tenaz, que se resiste a su ruina, que lucha contra el viento, que avanza por caminos que no llevan a ningún sitio. El éxito de todos los fracasos. La enloquecida fuerza del desaliento…
(Ángel González)
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Publicado por Xbier el 14 de Enero, 2008, 19:32
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