... allá en lontananza y... ni corta ni perezosa corrió rauda a su encuentro!. En realidad, el aviso lo dió algún que otro oteador que por allí acechaba, ya que en la distancia solamente se percibía una pequeña mancha blanca sobre un enorme prado verde.
 
Una vez lograda la pose adecuada y realizado -por fin- el trabajo, la reportera se dió media vuelta y apuró el paso hacia otro objetivo que tomar con su ídem.
Tras tanto verde y tanto mirar a la tierra, nuestra amiga decidió que era hora de mirar hacia otra parte y echar la vista al cielo, para lo cual volvió a tomar la pose adecuada al momento y circunstancia, sorprendida por el espectacular sol poniente del cálido día vivido.
Entretanto
en ansias de ver o que aquela noite compartiría con nos... oh, pobres e infelices mortais !
Y siendo ella de natural bondadoso y trabajador,al llegar al calor del hogar ( en vez de hacer algo bueno por la paz mundial )se dijo a si misma:

!...Y nos deleitó con la particular visión de su pequeño e ignotérrimo mundo...

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