A la misma hora en que Javi decía aquí que le gustaban los colores de mi camaruca, la camaruca hacía la primera foto callejera de su nueva vida. A la misma hora. Lo juro. Y la foto es ésta. Lo juro.
Caqués llamaría a esto sincronicidad.
Feliz 14 de febrero a todos. Y ya sabéis: si el amor no os trata bien el día de San Valentín, daos al Ballantines.
|