Esta mañana, a punto de salir hacia el trabajo, siento un ruido en la puerta de entrada a mi casa como si alguien metiese la llave en la cerradura y quisiera entrar. Me digo que no es posible, a esas horas! qué tontería!; pero Samba, que habitualmente se queda enroscadita en la manta sobre el sofá del salón sin inmutarse ni un pelo ante nada, salió disparada hacia la puerta... la seguí y efectivamente volví a sentir cómo alguien intentaba entrar. Qué susto!, en décimas de segundo pensé mil cosas y no se me ocurrió otra que echar a correr a buscar a mi contiguo ( y Samba detrás a toda velocidad sin decir ni guau), el cual salió zumbando hacia la puerta como si tuviese un resorte incorporado... Qué valiente! ( y yo detrás diciéndole:" no abras, mira por la mirilla" y Samba detrás de mi a todo correr pero sin dar ni una sola voz). Al mismo tiempo que mi hombre ( uf, qué hombre tan valiente! ) ponía su ojo en ese adminículo redondo de la puerta que sirve para cotillear al vecino, Sambita meneaba el rabo y daba grititos de alegría, entonces empecé a sospechar... y efectivamente!: era mi tesoro pequeño. Me había dicho que vendría y yo le entendí que a las 11 de la mañana, por lo cual no albergaba ninguna esperanza de verla, lógicamente. Pero la vi, se dejó achuchar un poquito y pude disfrutar de su presencia durante los minutos que nos llevó bajar al garaje. En breve cumplirá 18 años y podrá votar, se lo recordé en el ascensor ya que de pequeña le hacía mucha ilusión y habíamos calculado juntas cuándo lo podría hacer... y ese momento ya llegó... a la chita callando y ya han pasado 18 años de nada...
Como aquí no se nos está permitido poner fotos de nuestras personas ( salvo consentimiento ), os dejo unas fotos de tesoros de otra categoría, que encontré ayer haciendo limpieza y cuyo hallazgo me supuso una buena alegría, no tanto al percatarme del tiempo transcurrido... El bote de "tea" me lo trajo una compañera de piso desde Londres, en mi época de estudiante en Santiago ( xa choveu! ). La minivasija de barro me la regaló en el año 1977 un amigo común a casi todos los que pululamos por aquí.
Ah! y por si no os habíais dado cuenta: resucité a mi ordenata, pero tengo un cable kilométrico atravesándome el salón ( por no variar ). Besitos.

