Hace algún tiempo hablábamos de que las mamás gorditas paren hijos más inteligentes..., Ahora le ha tocado el turno a la lactancia materna ya que, a los muchos beneficios para la salud que tiene esta sana práctica, habrá que añadir también otro: aumenta la inteligencia.
Así que resumiendo: si cuando mujer embarazada eras gordita y además diste de mamar a tus hijos, éstos tendrán que agradecerte tener un cerebrito que pese más de kilo y medio. Más o menos. Y no digamos lo que la sociedad en general tendrá que agradecerte...
Esta es la prueba de lo arraigada que está la costumbre de la que nos hablaba Marixarfa. Cuando yo hacía estas fotos no sabía que ella iba a publicar "O maios", simplemente me acordaba de unos comentarios que habían hecho ella y Sergio días atrás. Uno de los días de las pasadas minivacaciones, mi contiguo y yo comimos en un restaurante de la zona, nuestra mesa coincidió al lado de una ventana desde donde veíamos pasar los coches llenos de retamas, e incluso la propia puerta del restaurante lucía un bello ramo.
Le preguntamos al dueño y nos explicó con todo lujo de detalles y con cierta vergüenza al contárnoslo -todo hay que decirlo- que era una costumbre muy antigua y que para que hiciese efecto había que tener colocadas las flores antes de la puesta de sol.
Como vemos, también en Tallo Redondo siguen las tradiciones, ¡como debe ser!.