El viernes pasado crucé este parque para tomar un atajo entre dos puntos (¡yo y mis brillantes ideas!). Es uno de los muchos que hay cerca de mi casa, pero nunca lo había cruzado. Me acordé de alguno de los cuadros que Antonio López (manchego, del mismísimo Tomelloso) ha hecho de Madrid. Llovía fuerte, mi paraguas era pequeño, y durante todo el paseo sólo pude hacer tres movimientos de "maquinaria": mandar un sms, leer otro, y hacer una foto del carril bici con la lluvia batiendo en el asfalto rojo y el asfalto rojo cubierto de hojas. Lo justo para recordar en el futuro un mayo que tiene pretensiones de noviembre.
Y me perdí. El atajo acabó siendo un largo y húmedo paseo.
Hoy era viernes de nuevo, volví a cruzar el parque, volví a acordarme de Antonio López. Olvidé el teléfono en casa, en consecuencia no llovió. Y ya no me perdí.
|