Acabo de ver las fotos de hoy. La mayoría de ellas hechas sin levantarme de la silla, como prometí hace días (e incluso cumplí varias veces aunque no lo dijera), como ésta. Esto veía mientras comía hoy (casi merendaba, por las horas...).
Hace unos... bueno, no sé si dos o tres meses os contaba una comida con unas amigas y la decisión de una de ellas (la organizadora de aquello, en la primera foto) de que se acababa esto de vernos cada mil años, etc. Una cita mensual ineludible, como mínimo. Ella se ocuparía. Y se ocupó. Ya van tres. Como somos cuatro las convocadas, y las agendas andan como si fuéramos doce, ya estaba previsto que a veces faltase alguna. La una que no estaba hoy anda de rodaje en Sevilla. La una que os presento hoy acaba de tomar una decisión laboral arriesgada pero valiente. Que ha decidido ser feliz, vaya. Desde luego tiene toda la pinta de que lo va a conseguir.
Gran idea la de estas citas. El calor es casi físico. Bueno, era un día caluroso, pero no mucho y estábamos a la sombra. Ya sabéis a qué calor me refiero. Un mundo propio constantemente interferido por cosas ajenas que enseguida hacíamos propias. La calle es un espectáculo y ellas saben mirar (miran todo el día cientos de miles de fotogramas). Conversación X, las tres muy centradas. De pronto pasan 3 viejecitas pizpiretas, repeinadas (lástima, no tengo foto, no llegué a tiempo), con flor en la solapa incluida. Una las ve. No dice nada. Pero las otras dos ven la mirada y miran. Y otra comenta: "nosotras tres de viejecitas". Risas. Continúa la conversación. La vida es bella. Jodida. Pero bella. Y entonces se acerca a pedir limosna un hombre.

No tiene ni mano libre con qué recogerla. Pero lleva una bolsita. Lo atendemos. Silencio. Silencio.
Laura se va a estudiar. Ha decidido (está muy decidida últimamente) hacer su carrera nº nosecuántos. Marta me acompaña al autobús. De camino "vamos" de boda. Ellas dos venían de un funeral cuando quedamos, de manera que Marta agradece el bullicio callejero. Y las nuevas risas.

La novia y la acompañante son hermanas... o tienen el mismo cirujano plástico.
De pronto la gente se tensa. Se acerca un camión de bomberos que pone la sirena a toda máquina. La calle abarrotada de invitados se despeja en fracciones de segundo. Es una de las cosas magníficas de Madrid. En medio de un atasco monumental una ambulancia o cualquier coche de emergencias siempre encuentran hueco para circular. Es un espectáculo asistir a eso, es asistir a un milagro.
El camión de bomberos se para unos segundos delante de la novia, los bomberos risueños (otra foto que se me escapó) le dedican el breve concierto de sirena, y siguen su camino en silencio.
Ahí al fondo lo véis marchándose, mientras los invitados se relajan y ríen el "regalo".

En la parada del autobús hago esta foto de la penúltima luz de la tarde.

Los cuadrados blancos que véis brillar en la fachada son carteles de "se vende". Madrid está engalanado como si fuera la Feria de San Isidro. Sólo que en lugar de mantones de Manila, lo que hay colgado en los balcones es la noticia repetida 200.000 veces de un momento chungo.
Quítame el sol si quieres/ quítame el aire pero/ no me quites tu risa/ porque me moriría...
Mejor bajar la vista. Aunque hay estudios psicológicos que demuestran que si miras hacia arriba es imposible deprimirse... está claro que toda regla tiene su excepción. Así que decidimos bajar la vista. Por probar.
Y esto es lo que vemos:

Sin complejos. La vieja Europa y la vieja India se entienden perfectamente desde hace siglos sin necesidad de la Gramática de la Real Academia de la Lengua Española. Lo comentamos. Y nos reímos de nuevo, recordando uno de los temas de esta tarde en los que hubo acuerdo total: donde haya un abrazo calentito, aquí las puristas de la comunicación están dispuestas a prescindir de diccionarios. Donde haya unos ojos que te miren como si fueras de carne y hueso y no un tanque acorazado, el don de lenguas aparece sin llamarlo. Y si no, huye despavorido por muchos diccionarios y gramáticas que tengas. ¿Quién quiere escribir "bronce" correctamente? ¿Para qué sirve aparte de para hacer campanas? Es un tema "minor". Lo grande, es la risa.
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