
En este idílico entorno,
el Excelentísimo abajo firmante,
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éste,

ha plantado sus reales. Y punto. Los plantó. Las calles estáaaaan cortaaadas, y... parecequelloovió... El escaso sitio para aparcar se redujo considerablemente, pero todos los vecinos están sin embargo muy contentos porque no hay ruido. Ni ná. Bueno, algo sí: los reales plantados: alguna maquinita y algunas casetas supuestamente con más maquinitas. Ajuar público, hermanos. Hay que cuidarlo debidamente que fue comprado con los impuestos y el sudor de los ciudadanos. Mientras, los rayos del sol, con sus irisados tonos, contribuyen a... Contribuyen. También.

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