Que ya sé, que ya me lo tenéis dicho, que un día voy a tener un disgusto con esta manía de andar robando fotos.
A esta parejita la seguí un rato. Primero hice una foto del muchacho dejando su masculina marca en un árbol a la entrada del Retiro, y luego esta otra entrando ambos en el parque. La humana ni se enteró. Pero mirad la fiera enfilándome con cara de "sé dónde vives y a qué colegio van tus hijos".
Creo que he de ser más prudente en el futuro.
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