Quico tiene 13 años. Juega en el Ural, equipo de fútbol que pasa por ser una de las canteras futbolísticas de la ciudad. Como se puede comprender, a Quico, mi sobrino, le gusta el fútbol, casi diría que le apasiona. Tanto cuando juega como cuando ve a todos esos "pequeñitos" del Barcelona (Xabi, Iniesta, Pedro, Bojan) hacer que el balón se apasione y enloquezca.
Quico es, a mi entender, un chico muy normal. Pero empiezo a advertir en él algunas cosas que no me gustan. Y que es posible que hasta me hagan hablar seriamente con él y con sus padres acerca de la conveniencia de dejar de jugar al fútbol…
El caso es que hace unas semanas lo llevé a un entrenamiento. Y me impresionó la disciplina de todos y el buen hacer de muchos, pero me decepcionó el "lenguaje" del "lenguaraz" entrenador. Y es que construía frases en las que mezclaba la necesidad de esfuerzo de los aspirantes a futbolistas con referencias a hechos fisiológicos de la mujer… todo ello con una intensidad vocal notable… y en un lenguaje soez. Bueno, me dije, no todo el mundo habla bien, y… un mal día lo tiene cualquiera. Aunque, si os digo la verdad, esto último no me lo creo mucho…
Pero es que hace 1 semana fui a ver un partido de fútbol de Quico. Os aseguro que Quico es un chico muy normal, pero el caso es que, desde que empezó el partido, empezó a escupir con una cadencia de un escupitajo cada dos minutos… al igual que sus compañeros. Y al final de la primera parte, se presionó una fosa nasal y, con fuerza, expulsó no mucha mucosidad por la otra fosa con un ruido notable… Le pregunté a un padre (supongo) que se sentaba a mi lado acerca de tales procederes, e intentó tranquilizarme diciendo que era muy natural, pues los futbolistas segregaban mucha saliva…. Después le pregunté a Quico, y no me supo explicar bien por qué hacía eso…
De momento, no pasó nada más, pero es que, no sé por qué, empecé a relacionar todas esas actitudes con las frases hechas, el lujo vacío, las actitudes soberbias… de muchos futbolistas profesionales… e incluso me acordé de la cara de fracaso escolar de un conocido jugador portugués del Real Madrid… Y para colmo, en la celebración del título de Liga del Barcelona, un siempre discreto Messi gritó, en argentino, algo acerca de "la concha de su madre" o algo así…
No sé si, como os decía, debo hablar con Quico o con sus padres seriamente. O quizás intentar que haga todas esas cosas las menos veces posibles… afortunadamente, no creo que llegue a ser un profesional de la élite futbolística…. y es que a lo mejor, como decía alguien, "el fútbol es así…"…
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