
Allá por los noventa solía ir muchas veces a comer a casa de unos familiares, que viven en un rascacielos de la ciudad. Y no pocas veces coincidí en el ascensor con un tipo de 1.80 m., enjuto, cara demacrada, vaqueros gastados y chaquetón azul, que me llamaba la atención por su aspecto entre Kiko Veneno y Rimbaud, y por una escueta y seria amabilidad. Para mis adentros, y dado que, poco a poco se iba deteriorando más y más, pensé que podría tratarse de un enfermo VIH en fase terminal… en fin, prejuicios que uno tiene...
En una de mis visitas a una librería de Vigo encontré un “librito” que comencé a hojear… y me encontré con un relato que se titulaba “modesta proposición para renunciar a facer xirar a roda hidráulica dunha cíclica historia universal da infamia”. Empecé a leerlo y… compré el libro y ya no lo pude dejar hasta que lo acabé... Desde entonces, siempre andaba pendiente de Lois Pereiro… y así, en uno de sus libros. “Poemas para unha loia”, aparecía una foto de Lois… y ¡¡era el tipo del ascensor!!
Dejé de verlo… y me enteré de que tuvo el infortunio de comprar, cuando estudiaba en Madrid, aceite de colza desnaturalizado… y acabó muy enfermo… falleciendo en 1996. En pleno agotamiento escribió otro libro “Poesía última de amor e enfermidade”, que leí… y, una vez más, me puso “los pelos de punta”… mirad si no…
O corredor de fondo perde alento (1995).
Fuxindo dunha vida inzada de renuncias
da súa liturxia obesa e oleosa,
mediocre nos seus comunais fracasos,
bágoas de xelo, indignación contida
non deu chegado a tempo de exercer
a súa rebelión,
nin de levar a cabo
a súa vinganza definitiva
contra un mundo inxusto, homicida e cruel,
pola inutilidade da súa propia vida
solitario, enfermo e farigado.
a morte anticipouse e chegou antes.
Dicen los críticos que tiene “pegadas expresionistas”, que su poesía tiene “raíces germánicas”, que es un poeta de “la contracultura”… y yo no lo sé. Es posible que sea todo eso, o incluso todo lo contrario. Pero, de vez en cuando, necesito leer sus poemas. Y nunca ha dejado de emocionarme. Me siento cercano, muy cercano a él en ocasiones. Y me alegro mucho de que le reconozcan su obra, con la que yo tanto he disfrutado. El “tipo” del ascensor. El infortunado de aquel infame episodio de “la colza”. El próximo autor del “Día das Letras Galegas”. Lois Pereiro.
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