Esto es lo que me han dejado sus majestades de oriente como regalo de reyes. No, los roscones no, el título del post.
Como ya sabéis, en esta casa es tradición hacer roscones deformes la noche del cinco al seis de enero. Ahí arriba está la foto que lo demuestra. El traumatólogo me dijo que vida normal y yo le hice caso, claro, pero lo que el trauma no sabía es que vida normal en estas fechas que acaban de pasar es amasar roscones durante 24 horas a intervalos de tres o cuatro horas aproximadamente.
Llevo enchufada al TENS (Transcutaneous Electrical Nerve Stimulation) 48 horas. Estar estaban ricos, pero creo que el próximo año haré cola frente a una pastelería.
Besitos
|