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Como decía mi querido sensei fotográfico: "Menos es más".
En esta foto se resume una maravillosa mañana de otoño en busca de níscalos en la Sierra Urbasa:
la niebla que nos saludó y el sol que nos despidió; el frío que nos curtió y el calor que nos confortó; las sombras que nos cobijaron y las luces que nos descubrieron; el verde exultante de vida y el pardo exultante de vivencias; la luz que nos guió cuando conseguimos huir de la oscuridad que nos cegaba...
Pero, no sé. A mí, en realidad, y después de tanta lírica, lo que (también) me sugiere esta foto es una pareja de amantes extraterrestres correteando felices de la mano por los bosques de su ignoto planeta. Y con qué ojillo le mira ella, por dios... ¡Qué bonito es el amor! Y más si es de otro planeta.
(Para mi queridísimo Gus)