Y pensar que en Santiago estuve a punto de volverme a casa porque llovía a cántaros...
De haberlo hecho me hubiese perdido la exposición de Francisco Asorey, en Cambados, y la compañía reconfortante de Paco Pazos,
autor de esta pasada de cruceiro y de esta foto, que compartimos. El
cruceiro está en San Cibrán de Cobas, en un alto sobre el que se
contempla la ría. Para no perdérselo.