Sus primeras letras Una vez más tengo que pedir perdón, pero ayer se me hizo muy tarde y no me apetecía encender el ordenador; y es que la notas no se pueden hacer con el teléfono, si no, os tendría informados al segundo.
Pues nada, chicos, que ayer a última hora estaba guapo -eso ya lo sabíamos-, más tranquilo -esto es casi nuevo- y con ganas de hablar -esto ya es habitual-. Como ya anteriormente le habíamos ofrecido la posibilidad de escribir, ahora fue él quien la pidió. Una enfermera un poco rancia le dijo: "A ver, ¿quieres escribir? Pero si ya antes te di papel y boli y no fuiste capaz." A lo que yo le respondí: "Es igual, vuelve a traerlos que lo vamos a intentar." La rancia mujer se fue en busca de la ferramenta y él -lo juro por mis niños, y si no que lo diga el Javi que estaba allí de cuerpo presente- hizo una mueca desdeñosa con la boca como diciéndole: "Te pasas de lista", o cosa peor. La mueca la hizo en dos ocasiones; no sabemos si fue un reflejo involuntario o un acto voluntario, pero las dos veces las hizo en el momento preciso.
Pues eso que le dimos la hoja que veis ahí, a la izquierda, y claro, con la bicha delante, se ve que estaba nervioso y sólo pudo hacer el garabato que está en negro. La hoja estaba al revés, es decir, que esa raya contínua iba hacia abajo, no hacia arriba. Intentó escribir, se cansó y se le desplomó el trazo.
Cuando se fue la piruja, el niño seguía queriendo escribir, así que, como estaba Andrea, que sabía desatarlo, pues eso, que lo desatamos y volvimos a ofrecerle la misma hoja y el boli que llevaba yo preparado para la ocasión. Lo intentó dos veces, pero como escribía las letras unas encima de otras, no se entendía. Pero claro, estábamos atentas a los trazos. La tercera vez le fui moviendo yo el papel y ya se pudo entender: JUAN ÁNGEL. Y en esto se acabó la visita y nos echaron, de modo que no pudimos saber qué quería decir con eso. Hoy trataremos de averiguarlo.
Y me voy a ir arregando -no sé si me será posible- que dentro de nada salimos para la visita de la mañana.
Taluego, buapos