Enviado por María (Contacto, Página)
Fecha: 14 de Febrero, 2007, 23:13
Pues sí, siempre es una tristeza que cierre una librería. Yo la Colón la usaba mucho, porque me quedaba muy a mano, pero aparte de lo antiguo, nostálgico y todas esas cosas, no era muy cómoda, ni muy grande, la verdad. Yo como Follas Novas, de Santiago, nada de nada; con sus pisitos cada uno dedicado a lo suyo, donde podías mirar tranquilito... Y cuando no era Follas Novas, Follas Vellas, una librería de segunda mano que empecé a frecuentar cuando a mi hija se le dio por leer cuatro libros a la semana y nos hundía el presupuesto. La mayoría eran en gallego. Cuando acababa uno siempre me decía: "Mamá, que bien me escoges los libros." Ahora lee mucho menos, porque no tiene tiempo, pero sigue siendo una buena lectora. ¡Qué linda, mi niña! (Besito, mi amor).
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