Acabo de verlo en el telediario. Bueno, al parecer la nube no era tóxica. Buena noticia. No hay heridos graves. Buena noticia. La mina sigue siendo dura, dura. Vieja y lamentable noticia.
Total ya pueden cerrarlas todas, que como vemos en las fotos del último artículo de María, hay carbón más que de sobra al aire libre. Ya no es necesario bajar a 500 metros.
Javi, da señales cuanto antes.

El Boss es divino y, por lo tanto, eterno. No se os preocupar por él que sigue habitando entre nosotros, segurín.
NOTA:
De todos modos, suscribo. Javi, da señales cuanto antes.

Javi ¿estás ahí?

Las malas lenguas dirán que he sido yo, con la intención de abortar una improbable visita de las pécoras de este blog. Mentira cochina. No he tenido nada que ver.
Me llamó Paro al trabajo, en Oviedo, para avisarme del incendio y de los problemas que iba a tener a la vuelta. Pasé por el corredor, a la altura de Ciaño a las tres y media y todavía salía una gran humareda desde el lavadero La Modesta. No se podía entrar en Sama ni en Ciaño; la gente dejaba los coches en las afueras e iba andando a sus casas. Pero la atmósfera ya estaba despejada debido a que soplaba un poco de viento, cosa que no ocurría al principio del día.
Con todas las cautelas propias de las noticias de primera hora, se dice que fue un motor, que movía la cinta transportadora desde el pozo hasta el lavadero, que se incendió, las llamas prendieron en el carbón y de ahí la nube tóxica.
Javincho, corresponsal en las cuencas mineras para Tonicapertutti.

Non foi sen tempo, meu pequeno, que tíña-las pécoras revolucionadas todas.

Más tranquilos todos, reportero dicharachero. Dicharachero, digo...
Pues resulta que hoy sí. Se ve que sólo se te suelta la lengua con las emociones fuertes.

Pues las malas lenguas no lo dirán, pero yo, mientras le daba a la costura, estaba pensando en como meterme contigo. Ahora ya me lo esgonciaste

Bueno, pues alegrándome de que estemos todos bien. Sublime el artículo del reportero dicharachero desde la zona del conflicto.

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