Te comprendo muy bien, mi neniña. Pero mira qué foto tan linda te proporcionó la australización, y las que te van a proporcionar. ¿Que no?

Pues es posible, porque me estoy especializando en farolas y luminarias varias. Qué remedio. Un día me gustaría tener paciencia para contar las farolas de todo tipo que hay desde las Esclavas hasta la Torre. Yo creo que es misión imposible.

Mujer... seguro que en al Ayuntamiento tienen un registro. Si tienes curiosidad por saber el número de farolas que hay de las Esclavas a la Torre, creo que es una vía menos dolorosa. Ahora, para una noche de insomnio, seguro que es más eficaz que contar ovejitas.
Y oye, el australiano que está buenísimo a que te referías... ¿no será el grimoso de Mel Gibson, no?

No llores todavía. Espera a que encementen el entorno de La Torre y entonces sí, llora de forma desconsolada; de cada lágrima tuya brotará una margarita amarilla y todo volverá a ser como era.
(Negaré ante un juez ser el autor de tamaña cursilada).

¡De negar ante el juez nada, que es preciosérrimo! Ya decía yo que faltaba algo por aquí... Ay, qué Boss tan lindo tenemos.
Maribube, el australiano buenísimo no es Mel Gibson, es un amigo de mi amigo Alex que es clavadito a Brad Pitt, pero en guapo. Que conste que a mí Mel Gibson me gusta. Y tiene una voz...

Propongo un fiestorro con amigos!! no me importa que caminen del revés.
Ahora entiendo yo lo de la margarita amarilla. Es que tengo la costumbre de empezar a leer por el final. Merde!

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