¡Ay, qué susto, pensaba que pasabas mía de verdad! Oye, por cierto, la película promete, ¿eh?, promete. Fíjate que pone que es de los mismos que hicieron "Supersalidos" y "Virgen a los 40". Ahí es na...

Es más, yo creo que merece una quedada para verla (sin palomitas que a lo mejor nos perdemos algo)

¡Qué susto! A vista de pájaro veo un tío en pelotas tapándose sus partes y un título y leo: "paso o venéreas" y también el rótulo de la calle y pienso ¡vaya consejo para una amiga, no puede ser!. Menos mal que "eeera grooooma" y mi interpretación era errónea y por los cerros de Úbeda.
Lo de "virgen..." conozco a una solterona de toda la vida, ya jubilada que le dice a la sobrina que es amiga mía y viven en una gran ciudad y no en el monte o una aldea alejada de la civilización: "Mira, como voy a ir al ginecólogo si soy virgen", ¡verídico como la vida misma!

Sergio ¡eres único!
Mira que no había visto yo la funesta posiblidad de lectura, pero me he reído un buen rato (y aún lo hago mientras escribo esto) al ver la tuya. Y claro, ante esa lectura, no me extrañaa la conclusión sobre para qué sirve un ginecólogo que saca la tal señora que vive en una gran ciudad. ¡Triste profesión la de tus colegas! Qué mal comunicada está. Bueno, hay otros en peor situación: los psiquiatras. La gente aún se cree que hay que salir a la calle con un cuchillo jamonero para ser digno de ser cliente de ellos. Y no, no, no. ¿A que no?

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