Enviado por María (Contacto, Página)
Fecha: 10 de Septiembre, 2008, 17:08
Jo, lo que daría yo por haber visto eso de los sapitos. De pequeña jugaba mucho con renacuajos, porque vivía donde Cristo perdió la zapatilla y había mucha charca. Ahora vivo en el mismo sitio y al parecer es un lujo. Ah, como sabéis, también tenemos una Charca, pero es un bar. Qué cosas. Pues eso, que a mí los renacuajos o se me morían antes de la transformación o me los tiraba mi madre, ya no recuerdo.
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Enviado por Xbier (
Contacto, Página)
Fecha: 10 de Septiembre, 2008, 17:45
Define lindo.
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Enviado por caqués (
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Fecha: 10 de Septiembre, 2008, 19:22
Como tú, piedra pequeña como túuuuuuu ( por preguntar )
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Enviado por Bubela (Contacto, Página)
Fecha: 10 de Septiembre, 2008, 19:57
Qué cosa maravillosa. Nunca vi nada así, y me ha encantado que nos enseñaras esto, porque me has resuelto una frustración infantil. Yo también jugaba con los renacuajos (caghopes, le llamábamos) en una charca, pero nunca los vi más allá de su estado de espermatozoide gigante. Y luego ya los veía por ahí de adultos circunspectos. Siempre me pregunté en dónde estaban cuando empezaban a tener formita.
¡Gracias, bossa Livingstone, supongo!
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