Ahora que estamos en los días más cortos del año en luz, el manto de nieve lo da otro color. Hacía años que no teníamos unos días tan fríos, ¡menos mal que se está calentando el mundo mundial!, como nos descuidemos entramos en la próxima glaciación. Hacer marchas de montaña por parajes nevados es una de las cosas más estimulantes.

Pues mira, yo pasé un frío todo el día como si estuviera ahí mismito (que me ha dado un escalofrío al ver tu foto, y no es coña, pero creo que coincidió con que trata de salir de mi cuerpo sin mucho éxito el que traigo hasta el tuétano). Y ni siquiera pude gozar de esta maravilla...
Voy verla otra vez, daquella.

Y tampoco seas tan puntilloso con el hombre del tiempo, que ahí en esa lomita están ya lo menos a 220 metros.

Tú tranqui, Javichu, que cuando acabe la mantita aquella famosa (no sé si llegará el día) intentaré hacerte unos patucos, para que tengas los pies calientes.

Abrígate la punta de la nariz, que es lo más delicado de nuestra anatomía, junto (en mi caso) a las orejas.

Tiene razón aquí el compadre. ¿No nos podrías hacer unos patucos para la nariz? las nuestras tienen una extensión enorme de piel expuesta a las inclemencias del tiempo. Para las orejas no le hagas nada pues, si se las tapa no podrá volar.

Que sí, que haga algo para las orejas, siempre está la propulsión a chorro, una buena fabada y....a volaaarrrrr!!!

Bueno, cuando nos veamos os tomo las medidas y a ver qué sale. ¡Pero os lo tenéis que poner!, ¿eh?

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