¡Y tanto!
Particularmente estoy hasta los webos de que los inquilinos del ático pongan a secar la ropa en el patrio de luces sin mirar que haya ropa tendida, y ya casi seca, con lo cual se vuelve a mojar.

Jajajaja, pero alma cándida, ¿tú no ves lo que hace tu vecina del segundo izquierda ( que soy yo )? con un plastiquito de nada ya me arreglo a pesar de que el tamaño de mi ropa sólo me permite colgar un par de piezas de cada vez, pero a ti te permite poner a secar toda la colada, que lo sé yo.
De todos modos yo creo que el día del vecino podríamos organizar algún sarao por aquí ¿no?

gIÚS, eso va por ti, que yo vivo en el ático derecha.¿ Acabas de llegar y ya haces cabrear al presidente de la comunidad? Uy uy

¡Qué manera de echar balones fuera! Si yo vivo en el 2º Drcha. y gIÚS en el ático Izq., ¿Quién me moja la colada?

Es que soy zurda.

jajajajaaja

Esa comunidad es lo más parecido a un "patio de vecinos", hay más caos que el provocado por el famoso volcán EYJAFJALLAJOKUL.
Acababa de llegar un día a casa a la hora de comer. Suena el timbre, aparece al otro lado de la puerta el vecino del tercero, yo estoy en el cuarto, con "unas bragitas de su Ana" en la mano, quejándose que han caído unas gotitas de agua y están húmedas. Mi primera reacción, fué una carcajada de oreja a oreja, y le dije que me repitiese otra vez a lo que venía que no me había enterado. Hace falta valor......Vamos, me dice mi contigua que haga eso y terminamos en divorcio!
Para quitarle hierro a la cosa, insinué que siempre que se tienda ropa, por mucho que se estruje, y mientras las ranas no críen pelo, cabe la posibilidad de que caiga alguna gota.
P.D. Hace años aparecía un programa de tv a la hora de comer, que consistía en exponer problemas entre vecinos y al final del programa, un Sr. Juez Magistrado emitía sentencia y estaban obligados a acatarla.

Salí una noche este duro invierno a cenar con la gente que habitualmente vamos a correr. Suele ser gente que no sale porque se toman en serio su afición: todo son dietas....Hacía tiempo que no salía, pero porque tengo una hija de 11 años que es un petardo y no me es fácil colocarla. Bueno, salimos esa noche, nos comimos un espectacular "cocido gallego", bien regado por supuesto, y los menos, continuamos con múltiples copas en diversos lugares y acabamos "al alba..."
Llego a casa y no conseguía dormir, y cuando lo consigo, suena el teléfono: era la vecina del tercero, que me comunicaba que otra vecina acababa de morir: era una anciana de 90 años, con alzheimer y que ya había estado ingresada por neumonía todo el mes en el hospital. Eran las 8 h. Como sabía la situación de esa familia, inmediatamente me levanté y me dirigí al hospital.
La familia de la difunta era un matrimonio, ella de 90 años y el marido de 95 años, que también estaba ingresado en el hospital por neumonía en la habitación de enfrente. Únicamente tenían un hijo. El hijo se fue con su madre para el tanatorio y yo me quede con el viejo porque estaba muy mal, y yo pensaba: "con esto, se va tambien para el otro mundo".
No había allí ni más familia ni más amigos. Tuve que llamar a un amigo para que fuese a acompañar al hijo al tanatorio porque estaba solo y yo me quedé todo el día con el señor de 95 años. Estaba tan mal, que sólo podía beber agua a través de una pajita. Pero al llegar la cena, cual fue mi sorpresa, que a duras penas pude incorporarle para que se sentase, que una vez que vió las patitas de pollo que le pusieron, acabó con todas más el postre, y terminó con la sopa que era lo que menos le gustaba. Antes de ir a casa pasé por el tanatorio y le dije: ¡Tranquilo Antonio, tu padre sale de estas!, con ese saque, puede con todo. Y así fué, en 3 ó 4 días ya estaba en su casa.
Todo eso ocurrió un Sábado, y el Domingo fue el entierro y éramos el hijo y unos 8 vecinos en el entierro: ¡que tristeza!, nunca había estado en un acto así. Me dió tanta pena, que me volví con el hijo hacia el hospital y después le invité a comer a mi casa.

Vista la situación parece que no te quedaba otra. 8 vecinos, ningún amigo... bastante triste.
Bien, ahora imaginemos que me gusta el humor negro e intento banalizar el asunto, ¿Sabrías responder la pregunta que no me atrevo a poner por escrito?

Hombre, parece que no tenía muchas relaciones esa familia... seguro que sus coetáneos ya no estarán en este mundo y puede que el hijo no tuviese interés en ver a nadie en momentos como ése... conozco gente así y yo lo entiendo... De todos modos, te tenían a ti, Sergio, y eso ya es mucho.

Primero. Llevo dos días instalado, y todavía no he puesto ropa a lavar. Yo no soy zurdo (bueno, no estoy muy seguro de esto...), y vivo en el ático izquierdo (en las alturas, cómo no!); pero al menos de momento, y para no molestar, usaré un artilugio para colgar ropa.

Segundo. Yo también pienso que tuvieron a Sergio. Y creo que ese tipo de situaciones se da cada vez más en nuestra sociedad. El individualismo, la eficacia como valor supremo, la excesiva tecnificación... no sé yo si no nos estarán llevando a todo eso, lo cual es grave, grave... y en las sociedades europeas no estamos (aún) acostumbrados a esto...

Boss, creo que el problema es de tu lavadora, que no centrifuga bien.

Pequeñito, ¿todavía no has puesto ropa a lavar? esto me huele mal...

Xbier, cada persona y cada familia es un mundo. Demasiadas veces me dejo guiar por sensaciones o impulsos. Indagar sobre diferentes relaciones no es mi fuerte, escucho más que pregunto, y si me quieren contar algo pues mejor que mejor.
La historia de esta familia a groso modo es la siguiente: el padre trabajó toda su vida en América en carga y descarga de grandes barcos. Cuando pudo se llevó para allá a su mujer y su hijo de corta edad. Cuando se jubiló vino aquí al Oeste, porque el matrimonio es originario de una aldea aquí cercana. El hijo es viudo, y tiene un hijo que actualmente está desarrollando su carrera de arte dramático y cine en Madrid. Él es químico, daba clases en la universidad, y cuando llegó aquí estaba como director general de una gran empresa de la comarca. De la familia me insinúo que no tiene relación. En cuanto a amigos, para ellos es totalmente normal no tener a nadie y en ningún momento hicieron ningún comentario sobre el tema.
Mi relación con ellos surge de encontrarnos todos los días en el portal de casa, llevan aquí alrededor de 15 años, sobre todo con el viejo. Su mujer no salió nunca de su casa, únicamente para ir al médico, y todas los recados los hacía él. Económicamente no les falta de nada.
Por cierto el señor mayor me comentaba que tenía problemas de bronquios de vez en cuando porque de joven fumaba una media de 5 cajetillas de rubio diarias. ¡Y tiene 95 años!.
Yo quería reflejar lo que te encuentras en un vecindario, casi a la puerta de tu casa.Son situaciones que te encuentras a bote pronto, diferentes y especiales y no buscas ninguna explicación. Intenté echarles una mano, y están eternamente agradecidos conmigo.Me asombró la capacidad de recuperación del viejo, superó una neumonía que los médicos ya no contaban con ello, era la época más virulenta de la famosa gripe A, y encima lo de su mujer cuando peor estaba.
P.D. En el flamenco hay "un cante a palo seco" (una toná) que dice:
"Yo soy como aquel viejo que está puesto en el camino yo no me meto con nadie nadie se meta conmigo".

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